LA BOLSA POR ANTONOMASIA

Si yo fuera el guionista de la rumoreada segunda parte de la película Wall Street, además de insistir a los productores en la necesidad de incluir en el reparto a la actual mujer de Michael Douglas, seguramente tomaría prestados para el argumento hechos acaecidos esta semana en los mercados.

Y es que el dicho que nos habla de la realidad superando a la ficción es algo que se cumple en más de una ocasión. Standard & Poor´s (que pasa por ser una agencia de calificación seria) diciendo que todo lo malo en el sector financiero ha pasado ya y, tan sólo veinticuatro horas después, uno de los bancos más grandes de los Estados Unidos habla de problemas de liquidez (que en el argot de las medias tintas en que se mueven estos comunicados de empresa equivale a reconocer que la cosa está verdaderamente mal), justo cuando unos días antes sus ejecutivos habían perjurado que desconocían las motivaciones de los rumores que en ese sentido circulaban por el mercado. Uno, malpensado tras bastantes años combatiendo con los mercados, entiende que quizá alguien necesitaba algunas sesiones más para soltar algún que otro paquete de acciones a precios todavía atractivos. Pero ¡qué se puede esperar de una cotizada que incluye la palabra bear en su denominación!

Ficciones y realidades a un lado, lo cierto es que la semana nos ha dejado al borde del precipicio, punto en el que se sitúan los gráficos cada vez que deciden testar soportes de largo plazo. Si esas directrices y niveles horizontales funcionan una vez más como resorte y rebotamos desde aquí, el borde del precipicio al que nos asomamos será una historia más que contar algún día. Si el mercado decide que aún se puede comprar más barato y traspasa las líneas que se marcan en los gráficos que hoy traemos (Dow Jones Industrial y Dax Futuro), nos adentraremos de lleno en el precipicio bajista y seguramente iremos a buscar niveles que no se veían desde 2005.

Los gráficos se explican solos y no me extenderé más en el asunto, echadles un vistazo y sacad vuestras propias conclusiones. Después podéis dedicar el resto del día a ver una buena película.